jueves, 18 de septiembre de 2014

El desastre del Fondo Sur

Recientemente conocíamos la noticia de que el Madrid, a petición del Atlético, cambiará el nombre a la recién estrenada Grada 93 porque al parecer resulta "ofensiva" para el club colchonero. Esta ridícula bajada de pantalones ante un club rival es la última chapuza llevada a cabo en la gestión de este grupo de animación.
Vaya por delante que, sobre el papel, la idea me parece excelente, no vivo en Madrid y no soy asiduo del Bernabeú, pero siempre que voy la sensación es la misma, es un campo frío y que aprieta muy poco al rival. Lo cual es una pena porque si ya intimida vacío no quiero ni imaginar el miedo que metería si los 85000 espectadores animaran al equipo con verdadero entusiasmo.
Por esto me parece una buena idea intentar ocupar gran parte del ancho del fondo con un grupo de animación, incluso habría aplaudido la idea de que el fondo entero, y no sólo un anfietatro, fuera un "muro blanco" similar al del Westfallenstadion del Borussia, y no limitar la animación del estadio al pequeño rinconcito de los Ultra Sur.

Como he dicho, sobre el papel la idea parece buena, pero creo que no se ha podido gestionar peor. En primer lugar, las desavenencias de Florentino con los ultras le llevaron a intentar echarlos del fondo en cuanto encontró el motivo (diversas peleas y altercados por disputas internas).



No creo que al presidente le sorprendiera el caracter "conflictivo" de Ultra Sur, por lo que si estaba dispuesto a librarse de ellos, debería haberlo hecho de forma menos chapucera.
Cuando hablo de la forma chapucera en la que se ha gestionado esto me refiero a que se hizo en mitad de la temporada pasada, cuando de repente se decidió ocupar el sitio de Ultra Sur crando esta grada joven o de animación, con unas condiciones poco claras en cuanto a pertenencia. Obviamente y pese a sus condiciones especiales, e independientemente de los acuerdos que pudieran tener con el club, los miembros de Ultra Sur eran socios y abonados, por lo que no se les podía cancelar dichos abonos de un plumazo, lo cual llevó a su reubicación en el Fondo Norte durante unos partidos, desplazando a los abonados ubicados allí y complicando aún más la situación. Al final parece que todo se zanjó (y digo parece porque hay varias versiones) reubicando a algunos ultras en la grada joven hasta final de temporada.

Al inicio de esta temporada parece que la situación ha mejorado, la hasta ahora Grada 93 está ubicada en una zona más visible del estadio y, por lo que pude ver en el estadio, son gente animosa, más numerosos que Ultra Sur y que realmente se hacen notar en el estadio. Por lo que ahora que se ha llevado en condiciones el tema administrativo parece bastante claro que ha sido una buena idea en cuanto a ambientación en el estadio. Al menos hasta ahora, en el momento en el que se decide cambiar su nombre (que representa un momento histórico para el madridismo) a petición de un rival que nos respeta más bien poco y en aras de un "señorío" mal entendido.

0 comentarios:

Publicar un comentario