¿Y ahora qué?

Justo hace una semana el Madrid veía cómo se cerraba la última opción viable de conseguir un título tras la penosa eliminación en semifinales de la Champions. Y justo después se confirmaba el título de Liga para el Barcelona de forma definitiva. Así que ahora toca plantearse algunas decisiones viendo que una temporada tan prometedora ha acabado como ha acabado. Hay alternativas de todo tipo: Desde los que apuestan por la continuidad, tomando como ejemplo el gran trabajo de Laso en el baloncesto (que se vió coronado el pasado domingo), hasta los que son más partidarios de cambios importantes en el equipo, entre los que me incluyo.

Está claro que cambios van a haber, a las salidas más o menos obvias de la plantilla, bien sea porque han tenido muy poco peso específico o ya no dan el nivel, como Arbeloa, Illarra, Jesé, Chicharito o Silva; o por su nula implicación con el club, véase Coentrao y Khedira, se sumará la salida de un Iker Casillas cuya presencia en el equipo ha sido un problema durante toda la temporada. De hecho ha sido un problema a todos los niveles, tanto deportivo, con un nivel pésimo durante toda la temporada; disciplinario, con su (no) ejercicio como capitán del equipo; como mediático, con el debate interesado generado por sus múltiples "admiradores" en prensa. Estos cambios parecen evidentes, y hasta el más partidario de una postura inmovilista estaría de acuerdo con ellos. ¿Pero son todo lo que se necesita o hace falta algo más?

En estos últimos años en los que el club ha cosechado una media de títulos bastante pobre se han sucedido cambios de todo tipo: Entrenadores de todos los perfiles y estilos de juego, fichajes de relumbrón y "gangas" y hasta distintos presidentes. Pero hay un factor que no se ha tocado en todo este tiempo, que coincide con la mala racha del club: Los capitanes, las vacas sagradas de este vestuario, que curiosamente coinciden con la línea de equipo que peor rendimiento lleva mostrando en varias temporadas, la defensa. Casillas incluído (ya he hablado de él), el rendimiento de los "líderes" de la plantilla deja mucho que desear, tanto deportivamente (y ahí están los números que lo demuestran) como personalmente, con declaraciones lamentables, como las de Ramos diciendo que se confiaron en unas SEMIFINALES de Champions, o bajones increíbles de nivel y pérdidas de concentración más propias de juveniles. Creo que este y no otro es el principal cambio que debe producirse en la plantilla: La salida de varios capitanes que, por mucho que se intente tapar, han demostrado no ser aptos para el nivel de exigencia que supone el Real Madrid, y los que no salgan deberán llevarse un buen toque de atención.
Para terminar con la plantilla, una salida de alguien de la BBC tampoco me parecería descabellada, siempre y cuando viniera una gran oferta por alguno de los 3, ya que han demostrado todos ellos una falta de implicación a nivel táctico demasiado grave como para ser pasada por alto.

Y como punto final, el cambio más probable: La salida de Ancelotti. Forma parte de la idosincrasia del club castigar a los entrenadores a la primera de cambio, y está claro que mantener la paciencia con un entrenador suele ser beneficioso. Pero esto no debe ser algo que se haga a ciegas; y sinceramente creo que Carlo ha cometido varios errores muy graves, tales como su poca flexibilidad táctica, la falta de confianza en varios suplentes, devaluando la plantilla, y una falta de disciplina en el vestuario que ha acabado yéndosele de las manos. En ningún momento ha aparentado ser capaz de corregir sus errores, e incluso los ha negado directamente (ha elogiado la "profesionalidad" de Khedira), por lo que, sintiéndolo mucho, Carlo Ancelotti también debe salir.

Estas son las medidas que, a mi juicio, debería tomar el club de cara a la temporada que viene. Está claro que ni la mitad de ellas tendrán lugar (de hecho se intuye la renovación de Pepe, seguida de la de Ramos y con Marcelo acechante), por lo que una vez más la temporada que viene nos tocará creer y no saber.